Escrito por Luis Enrique Guillen, director general en GUIAR
Ya no se trata de preguntar si los clientes adoptarán Cloud Computing y si se unirán a las filas de la virtualización; la pregunta más bien es ¿Cuándo lo harán? Ellos saben bien que el cambio es inminente, pero a veces les cuesta mucho tomar la decisión.
Todos tenemos cierta reserva ante los cambios drásticos. En GUIAR lo vemos muy normal. Lo que tratamos de hacer es ayudarles a dar el salto de la forma más amigable posible, incluso tratamos de que sea imperceptible.
Lo que deseo compartir el día de hoy son los puntos clave que despejen algunas dudas con respecto al Cloud Computing.
Para empezar quiero dar una buena definición de lo que es Cloud Computing y sus implicaciones: Cloud Computing es la distribución virtual 
de los recursos de la empresa poniéndolos disponibles a los usuarios como recursos compartidos en forma de un servicio. Dentro de este contexto es crucial definir qué clase de nube se construirá y como se usara. Existen varias opciones para los negocios desde:
- La nube publica que resulta muy útil para los profesionales individuales y los pequeños negocios;
- La nube privada más aplicable a negocios de todos tamaños
- La nube hibrida que combina recursos en la nube y físicamente en un servidor.
En el caso de los negocios compete a quienes tomas las decisiones tecnológicas y de negocio decidir juntos el tipo de servicio: Infraestructura-como-Servicio (IaaS) o Plataforma-como-Servicio (SaaS).
¿Para qué adaptar Cloud Computing a una organización?
Adaptar Cloud Computing a al sistema de las empresas les ayuda a enfrentar las presiones normales en las organizaciones de TI para reducir costos, atender rápidamente los usuarios, garantizar la seguridad de los datos y el cumplimiento de las normas. Estas presiones se reducen gracias a un mejor uso de los recursos, a un servicio bajo demanda y a una mejor política de administración de la seguridad.
Sin embargo, aunque parezca muy sencillo hay que prepararse con documento estratégico y de políticas. Este describe al detalle las reglas del juego, define las etapas de implementación, la arquitectura de la nube, el plan de los equipos cliente, de accesos, de monitoreo y administración, de seguridad y de integración con el negocio en sí. Para cerciorarse de que esta política es efectiva, es preciso documentarla detallando como impactara la operación y procesos del negocio.
En cuanto al modelo adecuado de entrega de servicios en cada organización, de debe considerar aquel que cubre las necesidades de las cargas de trabajo en los diferentes ambientes y brinda los servicios esperados siempre con eficiencia y oportunidad. Para definir el mejor modelo hay que considerar factores específicos como es la elección del centro de datos, el software de virtualización, los servicios en sí, etc. Cada elemento debe cumplir e incluso rebasar las expectativas del negocio previendo un índice anual de crecimiento
Virtualización y nube van juntos pero no son lo mismo, conoce la diferencia
Es importante conocer bien la diferencia entre virtualización y cómputo en la nube porque muchas veces, suelen confundirse. La diferencia básica es que:
- La virtualización abstrae recursos de cómputo —como es un VMS (sistema de memoria virtual)— con conectividad y capacidad de almacenamiento asociadas.
- La nube determina cómo se asignan, y se entregan y también presenta esos recursos con la virtualización que le corresponde.
Para implementar una infraestructura segura, debe buscarse una arquitectura que sea confiable y recordar los principios básicos: dónde se guardan los datos y cómo se accede a ellos; para luego, entender las redes a través de las cuáles se diseminan. Por último, hay saber cómo se transmiten esos datos por las redes y los puntos de almacenamiento.
En cuanto a las prácticas de negocio actuales, la nube está cambiando la forma manual de aprovisionamiento por una infraestructura automatizada. Además evolucionará, de dar soporte a servicios estáticos, a implementar servicios dinámicos.
Nosotros siempre le aconsejamos a los clientes que permitan que TI actúe como un intermediario de los servicios, así ayuda a impulsar el negocio en vez de sólo dedicarse a dar soporte.